Introducción
El pastel cordobés es un postre típico de la provincia de Córdoba, España. Esta delicia repostera es uno de los platos más tradicionales de la región. Se trata de un pastel de bizcocho relleno de nata y mermelada de albaricoque. Es una receta fácil de preparar, a la vez que deliciosa.
Ingredientes y preparación
Ingredientes:
– 200 gramos de mantequilla
– 200 gramos de azúcar
– 4 huevos
– 300 gramos de harina
– 1 sobre de levadura
– 150 mililitros de leche
– Mermelada de albaricoque
– Nata líquida para montar
Preparación:
Para preparar el pastel cordobés, empezamos mezclando la mantequilla y el azúcar hasta que estén bien integrados. Añadimos los huevos uno a uno y mezclamos hasta obtener una mezcla homogénea.
En un recipiente aparte, mezclamos la harina con la levadura. Incorporamos esta mezcla a la mezcla anterior y añadimos la leche. Mezclamos todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.
A continuación, untamos un molde con mantequilla y harina y vertemos la masa dentro del mismo. Horneamos durante unos 30-40 minutos a una temperatura de 180ºC.
Cuando esté listo, dejamos enfriar el bizcocho y lo cortamos por la mitad. En la parte inferior, extendemos la mermelada de albaricoque y encima colocamos la nata montada. Finalmente, cubrimos con la parte superior del bizcocho y espolvoreamos con azúcar glas.
Historia y curiosidades del pastel cordobés
El pastel cordobés es uno de los postres más antiguos de la provincia de Córdoba. Se cree que se trata de una receta de finales del siglo XVIII, cuando la nata líquida empezó a fabricarse en la zona. Esta receta fue popularizada por los conventos de la región, que se encargaban de prepararla para sus invitados.
Actualmente, el pastel cordobés es uno de los postres más populares de la provincia de Córdoba y está presente en muchas fiestas y celebraciones. Esta receta también se conoce con otros nombres como «bizcocho con almíbar», «bizcocho de Córdoba» o «bizcocho de almíbar».
Consejos de presentación
El pastel cordobés es un postre perfecto para acompañar cualquier celebración. Se puede servir tanto en trozos individuales como en una tarta grande. Para una presentación más original, se puede decorar con frutas, virutas de chocolate o flores comestibles. Además, se puede acompañar con helado de vainilla o con una crema pastelera.
